lunes, 8 de febrero de 2016

¿A QUE VIENE JORGE BERGOGLIO A MÉXICO?

Ante la avecinada visita del líder designado por los jerarcas de la iglesia católica romana Jorge Bergoglio (Francisco I) del 12 al 17 de febrero del presente año, catalogada de una manera híbrida como de “estado y pastoral” por el mismo gobierno federal y a su vez el clero mexicano, nos dejan en suspenso sobre cuáles son los beneficios para México en su estadía.

Desde el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la “Santa Sede” en 1992 nuestro país ha cambiado su rostro de ser una República laica a un “estado confesional de facto”, ya que sus cimientos fueron consagrados en la esfera de separación estado-iglesia o como conocemos un estado laico, siendo un gobierno cien por ciento civil. La clase política sin ningún respeto por nuestra constitución y sus leyes, buscan además sentar las bases para el restablecimiento de un estado político-teocrático, que fue lo que nos llevó a una lucha precisamente con el mayor enemigo que ha tenido la República que es la iglesia católica, misma que duro siglos y por ende el derramamiento de sangre cientos de miles de hombres para consolidar por primera vez una nación libre.

Los protocolos para la visita de un Jefe de Estado están bien definidos en nuestro gobierno, si bien en conjunto la SRE y el CEM catalogaron esta visita como de “estado”, no nos queda claro cuál es el propósito real de su estancia en nuestro país, aunado a que no sabemos cuáles son los aspectos benéficos para México el tener relaciones bilaterales con el Vaticano. Generalmente la visita de un mandatario extranjero a nuestra nación es para refrendar los lazos diplomáticos de amistad y además establecer relaciones de comercio que traerán beneficios mutuos, por ello los visitantes se hacen acompañar de un séquito de empresarios que buscan invertir y dejar dividendos positivos para ambas naciones.

Hasta este momento la mayor inversión para esta visita la están haciendo nuestros gobernantes, el dispendio es indignante para una sociedad que convulsiona por lo graves problemas económicos y sociales que enfrenta, inseguridad, devaluación, pobreza etc… Por ejemplo, el Gobernador Manuel Velazco del estado más pobre que es Chiapas, hasta este día ha gastado 280 millones de pesos, cifra que lacera la dignidad colectiva, o el del Jefe Gobierno de la Ciudad de México Miguel Ángel Mancera que prácticamente ha tapizado toda la ciudad con propaganda de la visita de Bergoglio, también esta Eruviel Ávila que prácticamente ha barrido hasta con los perros y gente en situación precaria de calle en el espacio por donde pasara el visitante romano.

Ante todo, considerando que es el líder espiritual de los católicos en México y claro respetando la fe de millones de ciudadanos y su visita puede o debe representar “luz” ante los graves problemas de los fieles, el clero mismo les ha negado esta posibilidad, ya que en declaraciones del nuncio apostólico Chirstophe Pierre el día 11 de enero dijo “el papa no viene a solucionar los problemas de México”, nos preguntamos entonces, ¿Cuál es el propósito de su visita? Si a esto le sumamos que no atenderá a las victimas de los graves abusos de pederastia, ni sancionara a los curas mexicanos infractores y que no atenderá a las víctimas de los casos más emblemáticos de violencia como lo son los padres de los 43 desaparecidos de ayotzinapa, se observa en esta negativa de no incluirlos que la prioridad de la agenda papal es subsanar los problemas de la clase política y no la de los católicos. ¿Entonces, a que viene a México el papa?

Su visita es producto de la insistencia de la clase política en los múltiples cabildeos de la cancillería mexicana y un ala del clero mexicano, la razón principal es una clase gobernante desgastada e incapaz de atender los graves problemas nacionales. El mayor beneficiado por su puesto no será el fiel católico, ya que la iglesia como tal ha fracasado en su modelo pastoral, la desatención a las mayorías agrava el cisma que desde hace décadas padece la iglesia, precisamente por sus abusos y excesos que siempre son en contra de aquellos que deberían de proteger.

Ante tal escenario resta hacer un recuento de los supuestos beneficios de su estancia y preguntarnos, ¿de qué manera influirá positivamente a los mexicanos la inversión multimillonaria que están haciendo todos los gobiernos? ¿Valdrán la pena la ofensa y el claro desprecio a los ciudadanos que pertenecemos a otra confesión religiosa?, ¿inmediatamente se alzara el dólar o de tajo desaparecerá la violencia y pobreza en la que está sumergido nuestro país?. Si no sucede lo anterior entonces resonara con fuerza la pregunta ¿a qué viene entonces bergoglio?

Como creerle a una institución que persiste en un modelo inquisidor, intolerante y destructivo para el ser humano. Como creerle a su más reciente líder con un discurso de demagogia religiosa que no ha traído cambios sustanciales a las viejas prácticas de corrupción al interior del clero, que ha dejado una estela de terror y destrucción de culturas por todos los países donde tiene presencia, enemigos declarados del progreso y de la educación, todo esto respaldado por la historia que al parecer no dejo ninguna enseñanza en esta nueva generación de políticos que nos gobiernan, que aceleran una involución democrática en México de dimensiones catastróficas, y en un acto de desesperación recurren a los vencidos que se alzan en esta era de las luces y del progreso nuevamente como el mayor enemigo de la libertad.

#EstadoLaico
#MexicoLaico
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