sábado, 21 de noviembre de 2015

La revolución mexicana y el liberalismo.

Al iniciar la revolución mexicana en 1910 carecía de una base ideológica, no era sino un conjunto de manifestaciones en contra del viejo régimen autoritario de Porfirio Diaz, quien se unió a los vencidos >( la iglesia católica)< que fueron derrotados por los héroes liberales encabezados por Juarez.

Ya con el antecedente de una constitución liberal que fue derogada, los intelectuales que acompañaron a los revolucionarios en sus distintas etapas promulgan la constitución  liberal de 1917 (hasta hoy vigente), nuevamente separando dos poderes reales, uno factico, que es el poder religioso y el otro instaurado, que es la actual República.

Aunque la constitución actual, antes de las reformas del 1992, traía un sesgo anticlerical, la cual se fundaba indudablemente en los levantamientos armados de atrás, incluso hoy se refuerza con los levantamientos armados posteriores como el de los "cristeros", la mayoría de ellos orquestados por el clero y en otros invitando a ejércitos extranjeros como los franceses y los norteamericanos.

El caso es que el liberalismo corre peligro, esto debido a que el clero no ha renunciado a sus intenciones de revivir una la nación confesional que fue en el periodo del tirano Diaz, buscando sea privilegiada y dotada nuevamente de facultades constitucionales para reeducar a la sociedad desde las aulas publicas, sepultando por completo el Estado Laico​.

En el debate ideológico el liberalismo ha demostrado ser superior a distintas formas de organización dentro de las sociedades. Ha probado ser el único instrumento garante de una democracia, que debe ser parte inherente de nuestras sociedades democráticas modernas, ya que privilegia la libertad de que cada individuo para que pueda pensar como quiere, adoptar cualquier religión o no tenerla, debatir sus ideas sin considerarlas absolutas e irrefutables sobre las demás.

En nosotros esta heredar una nación civil y libre a nuestras nuevas generaciones, luchando porque la educación siga sin ninguna influencia religiosa, para que se formen ciudadanos libres y respetuosos de sus semejantes. Si bien es un derecho el poder educar a nuestros en una religión, creo que están bien definidos los lugares y espacios para hacerlo.

Las asociaciones religiosas en México deben de trabajar en conjunto con los padres de familia para darles esos espacios en sus propias instalaciones, nunca usando la infraestructura del estado para esto. El estado debe renunciar a las pretensiones de cualquier religión, esto para garantizar las paz social y poder fortalecer las bases y fundamentos que dieron a luz lo que hoy es una República Laica.
Share:

0 comentarios:

Publicar un comentario

BTemplates.com

Con tecnología de Blogger.