Bergoglio, el clero y el intervencionismo.

Las recientes filtraciones (hechas por el mismo legislador) de la carta enviada por líder religioso de la iglesia católica Jorge Mario Bergoglio (Francisco I) al legislador Argentino Gustavo Vera, donde advierte la preocupación por el creciente aumento del narcotrafico en su natal país, naturalmente causaron una molestia he inmediata repuesta de la cancillería Mexicana. En dichas filtraciones conocidas de todos, Bergoglio utiliza la palabra "Mexicanizacion" aludiendo a los graves problemas de inseguridad y de narcotrafico en nuestro país. Nadie niega tales afirmaciones, ya que los Mexicanos somos los que padecemos los efectos de la delincuencia organizada y la común, que han tomado literalmente algunas comunidades y ciudades importantes, generando verdaderos escenarios de terror. Si bien son ciertas, ¿porque deben de ser protestadas y analizadas estas declaraciones?. Existe un asunto no menor y que debe de ser tomado en cuenta. Esta carta evidencia el intervencionismo del Jefe del Estado Vaticano en asuntos propios del gobierno Argentino, trasciende el hecho de que mas allá de una comunicación de corte personal o de amistad, se tocan asuntos de índole civil, y que deben ser atendidas por los políticos y el gobierno Argentino exclusivamente, ya que la naturaleza misma de las funciones de Bergoglio son distintas en teoría a la de un gobernante político. No son nuevos estos hechos, el Vaticano es un estado que no deja claro cual es su papel ante las representaciones que tiene en todo el mundo, o es una institución religiosa, o es una institución con una política de corte intervencionista, y con un activismo político en todos los países donde tienen presencia. Los ejemplos son innumerables citemos uno de los mas recientes. El 4 de octubre de 2007, el enviado papal, Domenique Mamberti, exigió al en ese tiempo Presidente Calderón, "una plena garantía de libertad religiosa" y la supresión de "equívocos en las normas vigentes de nuestra constitución" Es evidente que ante tales declaraciones se demuestra un claro intervencionismo para generar las condiciones políticas necesarias para lograr que la iglesia católica vuelva a gozar de los privilegios y prerrogativas que tenia antes de la histórica separación que logro el Presidente Juarez. Recientemente tenemos a un Presidente Peña Nieto muy caprichoso a las demandas del Vaticano. Es sabido de todos que las recientes reformas al articulo 24 y otras mas impulsadas y no concretadas en 2012 por el partido que lo llevo al poder, y que fueron promulgadas en su actual administración, y que si no hubiera sido por la oportuna intervención de organizaciones civiles como Foro Cívico Laico, Foro Interclesiástico y un amplio sector de la comunidad intelectual y política de nuestro país, la catástrofe política hubiera sido de dimensiones mayores. Pecarían gravemente de ingenuos quienes no estén de acuerdo que el Vaticano y Bergoglio actualmente buscan las formas y maneras a través de su diplomacia en México, de concretar sus proyectos de catolizar el gobierno y sus leyes. Es de destacar que el trabajo ha sido generacional, ya que estamos viendo a nueva clase política educada en los colegios mas reconocidos operados por clero, que ha permeado en todos los sectores de la política, aún en partidos que tradicionalmente se consideraban de izquierda encontramos nexos muy fuertes y públicos. Recalco, no es un asunto menor el análisis de la correspondencia de Bergoglio, ya que me atrevo a pensar que el mismo activismo político que ejerce en Argentina lo hace en México, no deben ser tomadas a la ligera tales conversaciones, dada la naturaleza del contenido de la comunicación entre un líder religioso y/o jefe de un estado y un político.